Un arcense en el camino de Santiago

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martes, 3 de julio de 2012

Etapa 3. Terradillos de los Templarios-Leon ciudad

Ayer por la tarde acerté en la elección del albergue. Todo estuvo muy bien. El albergue. La cena. Las habitaciones. Fue un éxito. He dormido en una habitación con otro peregrino, y encima de todo no roncaba. Por la tarde estuve hablando con una pareja de Argentinos como si hubiéramos hecho la mili juntos. En media hora ya teníamos arreglado el problema del mundo. La verdad es que cuando estas fuera de tu entorno, parece como si perdieras la noción del tiempo. Te parece todo como más fácil, como si cualquier cosa grande no tuviera importancia. Esto que estoy realizando es para mí como un sueño, en todos los sentidos.

Bueno pues vamos a la etapa. A las 7,30 me levanto y preparo todo el equipaje. Todos los días hay que sacar todo lo que llevas y volverlo a meter, porque hace falta buscar algo y está siempre debajo de todo lo demás. Después de desayunar, emprendo camino a las ocho y media. Hace buena temperatura y a los 3 km. ya me sobra la ropa larga y me la tengo que quitar. En ese instante aparece el peregrino de Barcelona con el que compartí camino ayer. Hemos ido juntos todo el tiempo hasta el final de la etapa en León. Allí el ha continuado porque tenía que hacer 25 km. más.
A pesar de ser la etapa de hoy igual de larga y con las mismas características que la de ayer, hoy se me ha hecho la mitad de larga, y es que cuando vas acompañado, vas más distraido.

Los campos de Castilla siguen siendo igual. Largas rectas acompañadas de grandes llanuras. Ni una sola cuesta. Solo a la entrada de León, una pero pequeña. Campos de trigo por todos lados y el camino paralelo a la carretera. Lo único destacable ha sido una exposición que nos encontramos de aperos de labranza antiguos de los que mostraré fotos cuando pueda subirlas en internet.

Entrada de León un poco chunga porque se accede a través de un polígono industrial, pero muy bien señalizado. Cuando voy entrando en León !!sorpresa" veo a los lejos un cartel muy alto con una "M".
Ya son las dos, así que me voy flechado y me cargo un menú del tirón, no sin antes hacer mi tabla de estiramientos, que es muy importante. Después compro unas cosas en un Lidl que hay al lado del Macdonals, y dejo vigilando la bici a unas muchachas muy amables que había en la terraza y a las que regalé el vaso del menú en agradecimiento. Ellas mismas me indicaron por donde tenia que acceder para llegar al albergue. En la mitad del camino le pregunto a un amable señor, y me dice que va para allá y que me acompaña. Cada vez que hablo con alguien, siempre me preguntan de donde soy, y nadie se cree que soy de Valladolid, ¿por que será?. Llego al albergue, que es un Monasterio de monjas, en el centro histórico de la ciudad y que está a tope de gente. Me instalo en mi cama, me ducho, hago la colada, y estoy en este instante escribiendo el blog. Mañana daré más datos. Por cierto, aquí las chicas están en distinta sala que los chicos, cosas de las monjas.

El pensamiento del día es: la soledad es aconsejable, pero los hombres estamos concebidos para estar acompañados, aunque nos cueste mucho convivir con los demás.

La etapa de hoy se la dedico a mi mujer, por todo el apoyo que me ha estado dando antes del camino, y sin la cual no podría haber hecho realidad este sueño.

Kms. realizados: 72,2 km.
Tiempo pedaleando.; 4 horas y 34 minutos.

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS...

Zapatos de peregrinos

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2 comentarios:

  1. Gracias cariño por dedicarme la etapa de hoy.
    Sigue así y podré presumir de tener un marido que ha realizado el camino de Santiago en bici.
    Chao.

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  2. Aunque no estemos contigo te tenemos en el corazon

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