Etapa 8. Boente- Santiago de Compostela.

¡¡ LO HE CONSEGUIDO !! Soy un monstruo, un máquina, soy especial, soy de otra fibra, soy...... (vale, vale .... no te cueles que te estás pasando). Pues si, el tío lo ha conseguido. Lo que me parecía imposible, un colega así flaquito como yo, con aparentemente poca fuerza.... pues lo he conseguido. A las 13,30 del mediodía estaba el nene entrando en la plaza del Obradoiro, acompañado de música de gaiteiros y con una emoción insostenible. Ya estaba allí, el sueño se había cumplido. En esos primeros instantes estás como tonto, no sabes si llorar, si ponerte a gritar o simplemente como algunos, tirarte al suelo y dejar pasar los minutos. Lo primero que hice fue pedirle a un "guiri" que me hiciera una foto, necesitaba verlo para poder creérmelo. Después de tantas cuestas, tantos llanos, tantos frío y calor a veces, a veces lloviendo y otras acostándote junto a 50 desconocidos, ya la proeza estaba realizada.

Aunque el día amaneció nublado, gracias a los rezos que le pedí a Dios, no ha llovido. Me ha respetado. Gracias, jefe.Al momento de estar en la plaza, llego mi compañero de fatigas Manolo de Madrid. Lo primero que hicimos fue abrazarnos y felicitarnos mutuamente. Luego vino una sesión de fotos que ni en las bodas. Al mismo tiempo no paraban de llegar otros peregrinos que mostraban la misma emoción, abrazándose y dándose la enhorabuena. Después de varios "guasa", lo primero, llamar al ser más querido, la parienta, para explicarle una cosa que no se puede explicar, solo vivirla. Luego nos acercamos a la oficina del peregrino para recoger la "Compostela", un diplomita en el que acredita que has realizado en camino, y según Manolo, con ella ya vas al cielo seguro. En ese momento llega Alberto de Barcelona y se une a nosotros. El llegó mas temprano para ver la misa y el Botafumeiro, que hoy venía el Sr. Rajoy a devolver el "codice calixtinus".

Lo siguiente es ir a almorzar. Alberto y yo nos paramos en un bar y nos homenajeamos mutuamente con un pulpo a la gallega y una botella de Riveiro. Ya empiezas a creerte tu hazaña, porque empiezan a llamarte los familiares y amigos para felicitarte. Me llaman varios, pero entre las llamadas, una muy especial de mi tía María (se acuerda siempre de nosotros)   "Chiquiiillo, tu zolo y tan lejo, a ve zi te va pazá argo". Gracias tata, se que me quieres mucho. El resto ya es lo normal. Alberto me acompaña al albergue (que es un albergue, pero parece un hotel, joder que lujazo), nos despedimos porque el se marcha esta noche.

La etapa de hoy ha sido preciosa, por los bosques de Galicia, con un continuo subir y bajar, lo que se llama un rompe piernas, lo he realizado todo el tiempo por caminos,  pero con la ilusión de llegar, yo no he notado nada. Todo "pa lante" y despacio, disfrutando de los paisajes, sabiendo que mientras antes llegue, antes se acaba lo bueno. Gracias a Dios no ha llovido y he podido disfrutar más del día.

El pensamiento de hoy, puede ser que los momentos buenos hay que disfrutarlos, aunque sean cortos, porque los malos vienen sin avisar. Gracias, Señor, por ayudarme en este camino. Por no tener una sola caída, una sola avería, ningún problema.

Quiero dedicar la etapa de hoy a todos los que han estado apoyándome estos días, mi familia y mis amigos, porque gracias a ellos,  los momentos de "bajón ", los he podido superar. Gracias a todos.

Kms. realizados: 49,4 km.
Tiempo pedaleando: 3 horas 56 minutos.

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